Diferencias entre bombillas incandescentes y fluorescentes

Las bombillas incandescentes producen luz eléctrica con un filamento delgado hecho de metal de tungsteno. Este tipo de metal es perfectamente adecuado para el propósito debido a sus cualidades conductoras, y las bombillas incandescentes a veces se denominan bombillas de tungsteno. Cuando el tungsteno se calienta a 2300 grados Celsius, emite luz blanca cuyo brillo crea la iluminación.

Diferencias entre bombillas incandescentes y fluorescentes

El ingeniero inglés Joseph Swan patentó la primera bombilla incandescente en 1878, y desde entonces se ha convertido en el medio de iluminación más popular en los hogares de todo el mundo. Las lámparas incandescentes son de dos tipos, halógenas y convencionales.

Las bombillas fluorescentes son bastante comunes hoy en día. Vienen en una variedad de formas y tamaños. El proceso físico dentro de una bombilla fluorescente comienza con los electrodos que envían corriente eléctrica a través del gas de la lámpara. Este gas es argón con un poco de mercurio agregado. Cuando se enciende la corriente, los electrodos se calientan y, a través del proceso llamado emisión termoiónica, empujan el gas a través de un extremo de la lámpara hacia el otro creando un arco de argón. A través de la serie posterior de procesos, se produce la luz blanca visible.

La duración de una bombilla incandescente es de 2.000 horas en promedio. La vida útil de una bombilla fluorescente es significativamente mayor, de 6000 a 15000 horas. Debido a un proceso físico que se utiliza en las bombillas incandescentes, son sensibles a los cambios de voltaje. Si el suministro de voltaje está configurado correctamente, una bombilla incandescente puede funcionar el doble de tiempo. La vida de una bombilla fluorescente, por otro lado, puede ser más corta si la bombilla se enciende y se apaga con frecuencia.

Las bombillas incandescentes consumen mucha más energía que las bombillas fluorescentes. Una bombilla fluorescente utiliza alrededor del 75 por ciento menos de energía que una incandescente.
Las bombillas incandescentes no son perjudiciales para la salud. Las bombillas fluorescentes, por otro lado, están sujetas a cierta controversia con respecto a su seguridad.