Un trabajador social es un profesional capacitado que puede ayudar a una persona en un período difícil. Puede hacerse cargo de cualquier cosa, desde el cuidado de niños o asistencia médica, financiera y hasta problemas emocionales. Para convertirse en un trabajador social, debe obtener su maestría en trabajo social y completar con éxito un número específico de horas bajo supervisión. Antes de realizar este trabajo, debe aprobar los exámenes y practicar bajo la supervisión de un profesional.

Además del asesoramiento, los trabajadores sociales tienen acceso a recursos que pueden utilizar en su trabajo. Los cupones de alimentos, los beneficios de asistencia social, la asistencia en la redacción de documentos para personas que califican para varios tipos de apoyo social del estado son solo algunos de ellos.

Los trabajadores sociales clínicos son una categoría de profesionales que ofrecen apoyo emocional a personas con necesidades inmediatas. Se entrenan para manejar situaciones difíciles que pueden surgir en instituciones como hospitales, escuelas y centros comunitarios.

Un psicólogo es un profesional médico que puede ayudar a las personas que sufren angustia emocional, desde casos leves hasta severos. Para convertirte en psicólogo, necesitas un doctorado en psicología, años de práctica y haber aprobado los exámenes de la licencia.

Las principales responsabilidades de los psicólogos consisten en terapia y asesoramiento. Se analizan problemas emocionales profundos durante estas sesiones y se alienta al paciente a encontrar una solución. Las personas que necesitan medicamentos son derivadas a psiquiatras.

La principal diferencia entre un trabajador social y un psicólogo consiste en el tipo de ayuda y apoyo que cada uno de ellos está calificado a realizar. Un trabajador social puede ayudar a una persona a encontrar soluciones para una variedad de problemas, desde ayuda financiera hasta problemas cotidianos, así como un poco de apoyo emocional. Sin embargo, una depresión severa debe ser tratada por un psicólogo.

Un psicólogo puede trabajar por su cuenta y cobrar una tarifa de acuerdo con las certificaciones y los logros profesionales. Un trabajador social, por otro lado, es empleado por el estado, por instituciones sin fines de lucro o por organizaciones similares que ofrecen apoyo.