La transmisión de la varicela se produce principalmente por la saliva, los estornudos, la tos o por el contacto directo con el líquido de las ampollas.
También se puede transmitir indirectamente por contacto con objetos contaminados por la secreción de las vesículas. Sin embargo, la transmisión de contacto indirecto es bastante rara.
La varicela también se puede transmitir durante el embarazo a través de la placenta.
Las personas con el virus transmiten la enfermedad a través de las lesiones cutáneas, que pueden durar de cinco a siete días.