Los bautistas unen a miembros de varias denominaciones cristianas. Los bautistas creen que el bautismo debe realizarse solo en los adultos que son creyentes, se oponen al bautismo infantil que es común, por ejemplo, entre los católicos, donde un niño se bautiza si al menos uno de los padres profesa la creencia. La mayoría de los bautistas pertenecen a varias ramas cristianas asociadas con el movimiento protestante, y muchos creen que el verdadero bautismo debe realizarse con inmersión total. Es decir, todo el cuerpo de una persona bautizada debe estar debajo del agua mientras está en el proceso del bautismo.
La denominación pentecostal lleva el nombre de la fiesta judía del Pentecostés, que sucedió cincuenta días después de que Jesucristo ascendió al cielo. En el día del Pentecostés, los seguidores del movimiento pentecostal están «esperando» la resurrección de Jesucristo. La característica distintiva del movimiento son las llamadas iglesias independientes. En los Estados Unidos, también hay Iglesias Pentecostales Independientes, establecidas por los pastores que en algún momento sintieron que fueron llamados por Dios para crear una Iglesia.
Para muchos miembros del movimiento pentecostal, el Espíritu Santo es en realidad una entidad poderosa que los habita si rezan lo suficiente. El Espíritu Santo da a las oraciones una serie de dones espirituales. Hay una conexión espiritual especial entre los pentecostales y el Espíritu Santo, que dura para siempre desde el momento del bautismo real.
Los pentecostales creen que un verdadero seguidor, mientras se encuentra en una experiencia espiritual, es capaz de vocalizar sonidos ininteligibles que pertenecen al lenguaje previamente desconocido para el creyente. Los pentecostales creen que este idioma se habló el día del Pentecostés y transmite mensajes espirituales enviados por el Espíritu Santo.
Los discípulos pentecostales creen que tienen acceso directo a Dios. No necesitan ninguna otra autoridad que los guíe y muestre el camino al Ser Supremo. Los bautistas no pentecostales, por otro lado, tienden a tener acceso a Dios a través de sacerdotes y otras autoridades religiosas.