Las angiospermas se refieren al grupo de plantas que producen flores y producen semillas que se envuelven en una capa protectora externa. Las flores, además de ser hermosas, son estructuras reproductivas altamente desarrolladas, cuya función es producir semillas para la reproducción.
Las gimnospermas se refieren al tipo de plantas que producen semillas sin una capa externa protectora (el término significa «semilla desnuda»). Los árboles como pinos y abetos pertenecen a este grupo.
Los biólogos consideran que las gimnospermas son las más antiguas entre las plantas, han existido desde el período carbonífero. Las angiospermas, por otro lado, son una especie más joven que comenzó a evolucionar hace unos 250 millones de años. Sin embargo, las angiospermas evolucionaron en una variedad mucho mayor de especies diferentes que las gimnospermas. Los primeros representan alrededor del ochenta por ciento de todas las especies de plantas en la Tierra.
Las angiospermas son perennes o caducas (árboles o arbustos que pierden su follaje durante el otoño). Las gimnospermas, por otro lado, son en su mayoría de hoja perenne.
Las hojas de las angiospermas son generalmente planas. Las hojas de las gimnospermas, por otro lado, generalmente toman la forma de escamas o agujas.
Las angiospermas se encuentran en una gran variedad de hábitats, y además de ser perennes, también pueden ser anuales, bienales y efímeras. Las gimnospermas, por otro lado, se encuentran principalmente en hábitats secos y en general son plantas perennes leñosas.
Mientras que las angiospermas son principalmente polinizadas por insectos, las gimnospermas generalmente son polinizadas por el viento.
En cuanto a los usos económicos, las angiospermas se usan en la producción de medicamentos, alimentos y ropa, entre otros. Las gimnospermas, como el pino, el abeto y el cedro se usan ampliamente para producir madera. Otros usos de las gimnospermas incluyen alimentos, papel, esmalte de uñas, jabón, etc.