Los animales de sangre fría no usan alimentos para generar calor. Los cuerpos de los animales de sangre caliente, por otro lado, transforman en calor la energía absorbida con la comida. Esta es la razón por la cual los animales de sangre fría no necesitan comer tanta comida como los animales de sangre caliente.

Las fases de sueño de los animales de sangre fría se describen en biología como hibernación. Los animales de sangre caliente, por otro lado, no tienen tales fases. Sin embargo, hay algunas excepciones. El ratón californiano y los murciélagos de todo tipo hibernan, algunos biólogos no clasifican a estos últimos como animales de sangre fría o de sangre caliente.

Todos los reptiles son animales de sangre fría.

Los animales de sangre caliente son igualmente activos en ambientes fríos y cálidos. Gracias a eso, pueden encontrar comida en cualquier lugar. Esta habilidad les permite sobrevivir en cualquier lugar del planeta. Los animales de sangre fría, por otro lado, tienen que estar lo suficientemente calientes para estar activos. Por esta razón, no pueden vivir, por ejemplo, en regiones de alta montaña. También solo pueden aparearse y reproducirse cuando hace suficiente calor.

Los animales de sangre caliente atraen muchos microorganismos malignos precisamente por su temperatura interna estable. Los animales de sangre fría, por otro lado, no proporcionan un ambiente tan acogedor para los microorganismos extraños y, debido a eso, se enferman mucho menos en comparación con los animales de sangre caliente. La mayoría de los reptiles se enfrían, en caso de ser invadidos por bacterias, porque las bacterias no pueden desarrollarse en ambientes fríos de manera eficiente.