Las expresiones sarcásticas tienen un contenido despectivo; apuntan a lastimar o insultar a la persona a la que se dirige o se refiere.
El sarcasmo utiliza una variedad de instrumentos retóricos, como la ironía, la burla, todos utilizados de manera contundente, directa y concisa.
Por ejemplo, el sarcasmo a menudo utiliza elogios falsos para acentuar la discrepancia entre lo que se expresa y lo que se quiere decir.
Se cree que el término sardónico se originó en el nombre de una planta encontrada en Cerdeña, Italia, que es letal para los humanos si se come, provoca convulsiones en los músculos de la cara, que al final se asemeja a una especie de sonrisa distorsionada.
Las expresiones sarcásticas se transmiten predominantemente en forma de palabras, incluso si van acompañadas de otros medios, como expresiones faciales, gestos y cambios en el tono de voz para enfatizar su significado. Las expresiones sardas, por otro lado, se pueden aplicar a una variedad de medios. Además de las expresiones sardónicas verbales, puede haber «una cara sardónica», «risa sardónica», «sonrisa sardónica», etc.
Mientras que las expresiones sarcásticas apuntan a lastimar a alguien más, las expresiones sardónicas pueden dirigirse al hablante mismo.
Las expresiones sarcásticas son directas y contundentes, no requieren mucha crítica o ingenio. Las expresiones sardónicas, por otro lado, a menudo se hacen después de un análisis. Como tales, a menudo son de naturaleza cínica. Muchas notas de suicidio incluyen algún tipo de expresión sardónica.