La madera de eucalipto se retira y se corta en trozos pequeños, estos se cocinan durante mucho tiempo junto a algunos productos químicos como el sulfito. La mezcla se convierte en una pasta que se conoce como celulosa.
La celulosa pasa por un proceso en el que se eliminan todos los químicos e impurezas. Todo lo que no se convierte en papel se convierte en energía, que es utilizada en el proceso de fabricación.
La pulpa de celulosa, aún llena de líquidos, atraviesa una máquina llamada mesa plana donde se convierte en una lámina gigante y muy lisa. Luego la máquina corta el papel al tamaño deseado.
Después de cortarlo, el papel se coloca en paquetes y luego en cajas para su distribución en papelerías, empresas, escuelas y otros lugares.