El sueño se describe fisiológicamente como el estado en el que se reduce la actividad motora, hay una pérdida temporal de conciencia y el individuo no responde fácilmente a los estímulos sensoriales. Cuando el individuo está despierto tiene una alta actividad motora, cognitiva y responde fácilmente a los estímulos.
Durante el sueño, el sistema inmunitario del cuerpo se fortalece y también produce y libera hormonas. Una de estas hormonas es la hormona del crecimiento y la otra hormona es la leptina, que causa saciedad.
Además, una buena noche de sueño favorece la memorización y el aprendizaje de los contenidos vistos durante el día, ya que existe el descanso y la relajación de los músculos.
Dormir mal aumenta el riesgo de sufrir enfermedades como presión arterial alta, infecciones, diabetes, obesidad, fatiga física y fatiga mental.