Coloque los mejillones vivos en bolsas de congelador de alta resistencia.
Si encuentra algún caparazón abierto, debe tocarlo para ver si se cierra. De lo contrario, deberá tirarlos.
Deje espacio libre en la bolsa y luego libere la mayor cantidad de aire posible.
Selle la bolsa herméticamente. También es recomendable usar una capa protectora adicional a su alrededor.
Etiquete y feche el empaque.
Guarde los mejillones en el congelador por hasta 3 meses.
Cuando esté listo para usarlos, sáquelos directamente del congelador o también puede dejarlos descongelar en la nevera durante la noche.