La espinaca se puede congelar por completo y puede ser una excelente opción si tiene más de las que pueda consumir en unos pocos días.
Congelar sus verduras de hoja verde protegerá mejor el contenido nutricional que dejarlas en el refrigerador. Las espinacas se conservaran de 6 meses a un año en su congelador.
Una vez descongeladas, las hojas ya no estarán crujientes y frescas, por lo que no es la opción ideal de almacenarlas para ensaladas. Sin embargo, si planea cocinar sus espinacas en el futuro, limpiar, escaldar y congelar es una solución perfecta para las espinacas frescas.
Blanquear simplemente significa cocinar las espinacas al vapor durante un período de tiempo muy corto, generalmente 2 minutos, y luego colocarlas inmediatamente en un baño de hielo para detener el proceso de cocción.
Una vez que la espinaca está blanqueada, es crucial quitar toda el agua antes de congelarla. El agua congelada daña la estructura de la espinaca, por lo que será blanda cuando se descongele si no se seca bien primero.
Usar una bolsa Ziploc segura para el congelador es probablemente la forma más fácil de congelar las espinacas, pero también puedes usar un recipiente Tupperware.
El truco es empacar las hojas tanto como sea posible para reducir la cantidad de espacio en el que el aire pueda colarse entre las hojas. Si usa una bolsa, puede exprimir aún más el aire mientras la sella. Si se hace bien, las espinacas se mantendrán frescas durante un año.