Las moscas son insectos del orden Diptera. Los insectos de este orden usan solo un par de alas para volar, las alas posteriores se han convertido en órganos mecanosensoriales avanzados conocidos como halteres, que actúan como sensores de alta velocidad de movimiento rotacional y permiten realizar acrobacias aéreas avanzadas.
Las moscas tienen una cabeza móvil, con un par de ojos compuestos grandes y piezas bucales diseñadas para perforar y succionar (mosquitos, moscas negras y moscas asílidas), o para lamer y succionar. Su disposición de alas les da una gran maniobrabilidad en el vuelo, y las garras y almohadillas en sus pies les permiten aferrarse a superficies lisas. Las moscas experimentan una metamorfosis completa (proceso biológico mediante el cual la larva se transforma en mosca).
Las moscas son importantes polinizadores, solo superadas por las abejas y sus parientes himenópteros. Las moscas pueden haber estado entre los primeros polinizadores evolutivos. Los mosquitos son vectores de malaria, dengue, fiebre del Nilo Occidental, fiebre amarilla, encefalitis y otras enfermedades infecciosas. Las moscas más grandes, como las moscas tsetsé y las luciérnagas, causan un daño económico significativo al ganado. Las larvas de mosca común y otras larvas de dípteros, conocidas más generalmente como gusanos, se usan como cebo de pesca y como alimento para animales carnívoros.
Los mosquitos comprenden un grupo de aproximadamente 3500 especies de pequeños insectos de la orden Diptera. Dentro de la orden Diptera constituyen la familia Culicidae (del latín culex que significa «mosquito»). Los mosquitos tienen un cuerpo delgado y segmentado, un par de alas, un par de halterios, tres pares de patas largas y peludas y piezas bucales alargadas.
El ciclo de vida del mosquito consiste en el huevo, la larva, la pupa y la etapa adulta. Los huevos se ponen en la superficie del agua, eclosionan en larvas que se alimentan de algas acuáticas y material orgánico. Las hembras adultas de la mayoría de las especies tienen piezas bucales en forma de tubo (llamadas trompa) que pueden perforar la piel de un huésped y alimentarse de sangre, que contiene las proteínas y el hierro necesario para producir huevos. Miles de especies de mosquitos se alimentan de la sangre de vertebrados, incluidos mamíferos, aves, reptiles, anfibios y algunos peces; junto con algunos invertebrados, principalmente otros artrópodos.
La saliva del mosquito se transfiere al huésped durante la picadura y puede causar una erupción cutánea con picazón. Además, muchas especies pueden transmitir patógenos mientras pican. De esta manera, los mosquitos son vectores importantes de enfermedades como la malaria, la fiebre amarilla, el chikungunya, el dengue, la filariasis, el zika y otros arbovirus.