Siendo el tercer objeto más brillante en el cielo nocturno, los humanos han sabido de la existencia de Júpiter durante miles de años. Galileo descubrió por primera vez las 4 lunas más grandes de Júpiter en 1610 y otros afirman haber descubierto la Gran Mancha Roja poco después. En 1973, la sonda espacial Pioneer 10 voló junto a Júpiter y proporcionó las primeras imágenes de primer plano del planeta. Las sondas Pioneer fueron seguidas por las Voyager 1 y 2, que nos dieron los primeros planos de las lunas de Júpiter. Desde entonces ha habido muchos más sobrevuelos en Júpiter.
En la mitología romana, Júpiter era el rey de los dioses y el dios del cielo. Era el equivalente del dios griego Zeus.
Es el planeta que gira más rápido en el Sistema Solar.
Júpiter tiene tres anillos muy tenues.
Júpiter tiene un campo magnético extremadamente fuerte que es 14 veces más fuerte que el campo magnético de la Tierra.
La superficie de Júpiter es muy violenta con tormentas, vientos, truenos y relámpagos masivos. Una tormenta en Júpiter, llamada la Gran Mancha Roja, es tres veces más grande que la Tierra. La energía que alimenta las tormentas de Júpiter no proviene del sol, sino de la radiación generada por el propio Júpiter.
Júpiter es el hogar de una serie de lunas interesantes, incluidas Ganímedes, Io, Europa y Calisto. Estas cuatro lunas fueron descubiertas por primera vez por Galileo y se llaman las lunas galileanas. Ganímedes, la luna más grande del Sistema Solar, es más grande que el planeta Mercurio. Io está cubierto de volcanes y lava. Europa, por otro lado, está cubierta de hielo y tiene un enorme mar de agua salada debajo del hielo. Algunos piensan que existe una buena posibilidad de que exista vida en los mares de Europa. Las diferentes lunas alrededor de Júpiter lo convierten en un lugar fascinante para explorar.