El sulfato de amonio es una sal comúnmente utilizada como fertilizante del suelo debido al alto porcentaje de nitrógeno en su composición.
El sulfato de amonio se encuentra en la naturaleza como un componente de algunos minerales como la mascagnita, que se encuentra en volcanes e incendios de carbón.
Aunque el sulfato de amonio se encuentra en la naturaleza, las cantidades son demasiado bajas en comparación con la demanda mundial de esta sal, por lo que se han desarrollado algunos métodos para obtener este sulfato. Un ejemplo es la reacción de amoníaco con ácido sulfúrico.
El sulfato de amonio se usa como agente fertilizante para los suelos debido a la cantidad de nitrógeno presente en la molécula. También se usa como reactivo para la biología molecular porque es un buen agente precipitante para las proteínas. Además, es un aditivo alimentario y un regulador de acidez.
El sulfato de amonio es ligeramente tóxico si se inhala y puede causar irritación ocular e irritación respiratoria. Es tóxico para la vida acuática.
Una de las propiedades más interesantes del sulfato de amonio es la formación de sales con cationes adicionales, como los metales. Por ejemplo, el sulfato de amonio puede formar sal de sulfato de amonio férrico u otras sales con propiedades diferentes al sulfato de amonio. Debido a su alta o extrema solubilidad en agua, se utiliza para soluciones saturadas y promueve la precipitación de un tercer componente presente en la solución, como la solución de proteínas.