Aplicaciones y usos de la hidracina

La hidracina es una base inorgánica que es un reactivo importante en la preparación de muchos compuestos nitrogenados.

La hidracina es producida naturalmente por algunos microorganismos como levaduras, bacterias y hongos, ya que es un intermediario en la oxidación anaeróbica del amoniaco.

Aplicaciones y usos de la hidracina

La hidracina es una base y un agente reductor altamente reactivo, y se usa ampliamente en síntesis orgánica. La hidracina es una base moderada, mientras que sus soluciones acuosas son muy alcalinas. Reacciona violentamente con oxidantes, ácidos, metales y óxidos metálicos, creando un riesgo potencial de incendio y explosión. Cuando se calienta hasta la descomposición, emite humos tóxicos de óxido de nitrógeno, amoníaco e hidrógeno, que también pueden provocar incendios y explosiones.

La hidracina se usa para muchas aplicaciones industriales, incluida la preparación de espumas poliméricas, catalizadores de polimerización, pesticidas y el gas usado en las bolsas de aire. Varios productos farmacéuticos importantes se basan en hidracina y sus derivados. La hidracina también se utiliza en varios combustibles para cohetes, en centrales eléctricas, en síntesis orgánica y en pilas de combustible como una alternativa más segura al hidrógeno.

La hidracina es un compuesto altamente tóxico a pesar de sus aplicaciones farmacéuticas. La exposición a la hidracina en concentraciones elevadas puede causar irritación de los ojos, la nariz y la garganta, y también afectar al hígado, a los riñones y al sistema nervioso central. Los síntomas de exposición severa incluyen dolor de cabeza, náuseas, edema pulmonar, convulsiones e incluso coma. Las soluciones de hidracina son corrosivas y pueden provocar quemaduras en la piel.