El hipoclorito de sodio es un poderoso agente oxidante que se usa ampliamente como desinfectante y blanqueador.
Se prepara industrialmente mediante el proceso Hooker, en el que se hace reaccionar hidróxido de sodio diluido con cloro gaseoso para producir NaClO, junto con cloruro de sodio y agua.
Sus principales usos son como blanqueador y desinfectante tanto para uso doméstico como industrial. También se utiliza en plantas de tratamiento de agua, piscinas, en algunos tratamientos médicos y dentales, en la industria alimentaria como desinfectante, en el hogar como desodorante y limpiador, y en detergentes para ropa como quitamanchas y lejía.
El hipoclorito de sodio es un compuesto tóxico y corrosivo en concentraciones más altas. Cuando se ingiere, puede ser muy tóxico. También reacciona con algunos ácidos y con el amoníaco para producir gases tóxicos como el cloro, que pueden provocar irritación ocular grave y problemas respiratorios. Las soluciones fuertes de lejía también pueden causar quemaduras en la piel.