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El territorio de Bellver está en la cuenca alta del Segre y se extiende a ambos lados del río, que drena el término junto con sus afluentes: a la izquierda, el torrente del Ingla o de Santa Maria y los torrentes de Pi, de Ridolaina, de la Fou y de la Pedra; y, a la derecha, el torrente del Cabo de Bou. Una buena parte del sur del término está integrada en el Parque Natural del Cadí-Moixeró.
El sector primario ha mantenido cierta importancia a lo largo del tiempo. En cuanto a la agricultura, los pastos permanentes se extienden por la mayor parte de la superficie agraria útil. En las tierras cultivadas destaca el regadío y los principales cultivos son los cereales (sobre todo trigo, cebada, avena), el forraje, las patatas, las legumbres, la huerta y los frutales. Sin embargo, la ganadería es la actividad económica más importante del sector, dedicada principalmente a la cría de ganado vacuno, porcino, ovino, y con menor número de cabezas se crían caballos, cabras y conejos. En el Segre hay pesca de truchas, que son uno de los platos típicos de montaña. El terreno forestal ocupa una parte importante del municipio. En el subsuelo existen yacimientos de minerales. En Santa Eugenia de Nerellà hay un pequeño afloramiento de lignito, hoy sin explotación, en el Segre se hace extracción de áridos.
La industria está representada sobre todo por el ramo de la madera, los talleres mecánicos y por el ramo de la alimentación. En cuanto a la producción de alimentos de forma artesanal, la elaboración de embutidos y conservas ha logrado una acreditada fama. En el municipio también hay artesanos de la madera y el hierro. El ramo de la construcción se ha desarrollado en las dos últimas décadas del siglo XX, favorecida por el impulso de las segundas residencias y por la construcción del túnel del Cadí, que comportó la llegada a la villa de un gran número de trabajadores de la construcción, lo que dio bastante vida al comercio y los servicios.
El sector terciario se ha convertido en lo más importante de la economía del término. Las necesidades de la villa y de sus alrededores están cubiertas por un activo y variado comercio y todo tipo de servicios, centrados en la calle de Sant Roc y en la plaza del Portal. Bellver celebra un mercado semanal que acoge a buena parte de la gente de los alrededores, y a lo largo del año hay varias ferias. Destaca la Feria de Sant Llorenç, en agosto, con un mercado de productos alimenticios artesanos de los Pirineos y en octubre la tradicional Feria Ganadera, con un concurso de ganado, donde tiene gran importancia el ganado vacuno.
Los servicios de que dispone el municipio garantizan buena parte de las necesidades básicas de su población, tanto en lo que se refiere a la asistencia médica, como a la enseñanza.
En Bellver existe tradición de veraneo, que amplió sus expectativas gracias a la apertura del túnel del Cadí. La capilla de Sant Roc ha sido restaurada y habilitada como oficina de información turística, y el municipio dispone de varios restaurantes y establecimientos de alojamiento turístico y campings.