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Peratallada es una villa (a 43 metros de altitud sobre el mar) del municipio de Vulpellac (comarca del Baix Empordà), cerca de la llanura, a poniente de la riera de Peralta.
Se asienta sobre la roca viva, aprovechada en la edad media para construir una gran fortificación (tres recintos), en gran parte bien conservada (4 o 5 torres y varios portales), en la que los valles son excavados en la roca (piedra cortada), y centrada por el gran castillo de Peratallada. Centra el castillo una gran torre de base rectangular; en la restauración reciente han aparecido restos de decoraciones mudéjares y góticas, así como son góticas las salas nobles y varios ventanales. La parroquia de Sant Esteve, extramuros, es románica, de dos naves, con campanario de espadaña, restaurada parcialmente en 1954. En medio de la villa hay una notable plaza porticada y todo el núcleo mantiene el aire medieval. Muchas de las casas viejas han sido recientemente restauradas como segunda residencia y del alojamiento de alquiler vacacional.
La villa de Peratallada está a poniente de la riera Grossa, que desagua en el Daró, aunque antiguamente lo hacía en el lago de Ullastret. Peratallada está asentada, a 43 metros de altitud, sobre la roca viva que se aprovechó en la edad media como basamiento de una gran muralla de fortificación en cuyo centro se encuentra el castillo. La villa de Peratallada es uno de los conjuntos más importantes del Empordà en lo que se refiere a arquitectura medieval.
El castillo de Peratallada, levantado sobre un basamento de roca elevado unos 4 o 5 m sobre el terreno que lo rodea, está formado por una gran torre maestra de planta rectangular que se levanta sobre el basamento de piedra natural y es coronada por almenas cuadradas, y un muro todo alrededor. Una puerta adovelada da acceso al interior. Había habido un piso intermedio de madera. El suelo de roca entre la torre y el muro que la rodea es muy irregular y se ven numerosos surcos artificiales, quizás vestigios de una ocupación anterior de la colina. La muralla que rodea la torre maestra se adapta a la forma irregular del cerro y sus muros continúan la verticalidad del mismo. En el socolado de roca hay encajes artificiales, que también aparecen en el basamento de las murallas que rodean la villa, pero aquí son más numerosos.
En el sur del núcleo fortificado se encuentran los edificios, de diferentes épocas, que forman el palacio de Peratallada. Entre la fortificación y el palacio hay unos cimientos de planta cuadrangular, junto a los cuales se ha dejado al descubierto un suelo de roca donde surcos y concavidades excavadas, que, según Miquel Oliva, podrían pertenecer a una época anterior, romana y prerromana.