Gestión de alquiler vacacional en Manlleu

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Gestión de alquiler vacacional en Manlleu

Se encuentra en el sector septentrional de la Plana de Vic. Limita al norte con el término de Torelló, al este con Santa Maria de Corcó y las Masies de Roda, al sur con Gurb y al oeste con les Masies de Voltregà. Tiene por base el gran apoyo que forma el Ter cuando cambia la orientación de norte a sur para hacer meandros hacia el este, en busca de su salida por los gargantas de las Guilleries. Es en el sector más deprimido de la Plana y por eso el más afectado por la niebla baja de Vic. Su terreno es llano, pero el garganta del Ter y las pequeñas elevaciones del sector norte y noroeste le quitan monotonía.

El relieve es poco accidentado ya que se encuentra en una cuenca de erosión provocada por el Ter y sus afluentes.

La producción agraria en Manlleu no es representativa en el conjunto de la comarca. Los cultivos más característicos de este término son los cereales (trigo, cebada) y el forraje. En cuanto al sector ganadero, existe una importante producción de ganado porcino y vacuno, además del ovino y de la cunicultura.

Debido al rápido crecimiento demográfico, es muy fácil distinguir tres núcleos bien diferenciados en Manlleu: Dalt Vila, con calles y plazoletas irregulares y casas viejas; Baix Vila, con calles rectilíneas que se extienden desde el núcleo primitivo hasta el Ter y las industrias del sector ponentino y, finalmente, el moderno Eixample, iniciado en el decenio de 1950-60 por el sector de levante y que se ha extendido alrededor de la población hacia el norte y poniente con edificaciones modernas, normalmente grandes bloques y pisos.

El primer núcleo de Manlleu se formó en la colina y, con el crecimiento urbano que se dio en los siglos posteriores, creció de forma concéntrica hasta el siglo XVI. El desarrollo de este núcleo durante los siglos XVII y XVIII provocó que se urbanizaran las zonas amuralladas. Esta expansión tuvo dos formas de crecimiento que se dieron al mismo tiempo, por un lado el crecimiento lineal y por otro en forma de ensanche. En el siglo XIX hubieron dos nuevos focos de atracción para la construcción de nuevas edificaciones, la formación del canal industrial y las nuevas vías de comunicación, donde continuó el crecimiento a principios del siglo XX.