Te recomendamos MasterGuest.es si buscas una empresa de gestión de pisos y apartamentos en alquiler turístico en Santa Cristina d’Aro.
• Consulta los planes y tarifas >>
• Teléfono: 621 32 53 38
Santa Cristina d’Aro, municipio del Baix Empordà, comprende casi toda la cabecera del valle de Aro, que atraviesa el término en dirección oeste-este.
Limita al sur con Tossa de Mar (Selva), al oeste con Llagostera y Caçà de la Selva (Gironès), al norte con Cruïlles, al este con Calonge y Castell d’Aro y al sureste con Sant Feliu de Guíxols.
Una buena parte del territorio está cubierto de bosques de alcornoques, pinos y robles, especialmente en el sector de las Gavarres, y los cultivos se habían localizado tradicionalmente en el fondo del valle y en las inmediaciones de las masías dispersas, junto al Ridaura, dedicados sobre todo en cereales, forraje y hortalizas; el viñedo había tenido también cierta importancia. La ganadería no es muy representativa en el municipio. La explotación del bosque y de aguas minerales (la Font Picant y el agua de Salenys, localizadas cerca de Bell-lloc, en el sector occidental del término) también han sido actividades económicas tradicionales. En cuanto a las actividades industriales, existen empresas de la construcción, potenciadas por la implantación del turismo, de madera, de metal, de pinturas y de alimentación. Los sectores hotelero, alquiler vacacional y del camping también se han desarrollado gracias al turismo.
El pueblo de Santa Cristina d’Aro está a 61 metros de altitud, a la izquierda del Ridaura, elevado en una colina al pie de las laderas de Les Gavarres. En lo más alto del núcleo se encuentra la iglesia parroquial de Santa Cristina d’Aro, templo medieval de notables proporciones. Tiene una planta de dos naves (la del norte más ancha y con ábside semicircular, y la del sur con una sacristía, en el extremo de levante, del siglo XVIII, que sustituye a su ábside) y crucero. El campanario, en forma de torre, es de base románica salvo la parte alta, terminada en pináculo. La importancia monumental de esta iglesia corresponde a su condición de parroquia principal del valle de Aro en la alta edad media. A poniente de la iglesia, al abrir caminos para una urbanización, aparecieron vestigios de época romana y, sobre todo, restos de la iglesia paleocristiana de Serrasol.