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Llafranc es un pueblo del municipio de Palafrugell (comarca del Baix Empordà), en el fondo de la cala de Llafranc, cerrada a levante por el cabo de San Sebastián.
Es un importante centro residencial, de veraneo y turístico. Hay hoteles, apartamentos y campings. Tiene un pequeño puerto deportivo. Hay una capilla dedicada a Santa Rosa de Lima.
El barrio marítimo de Llafranc se sitúa donde estuvo la primitiva población romana dedicada a la alfarería y al comercio marítimo, y en el siglo XIX se formó como barrio de veraneo (hasta entonces había unas pocas barracas de pesca). Consolidado como una población eminentemente de turismo y veraneo, se caracteriza por su paseo frente a la playa y por los pinares que rodean el núcleo. La iglesia de Santa Rosa de Lima data de 1897 y ha sufrido muchas reformas. Se conservan algunas casas de la primera época, como la Casa Rosa y casas y chalés de 1920-30. En el núcleo hay un puerto deportivo. La fiesta mayor de Llafranc se celebra por Santa Rosa, el 30 de agosto.
En el extremo de poniente de Llafranc, sobre la playa, hay varias casas construidas durante los años veinte como residencias de veraneo, en un estilo homogéneo enmarcado en el noucentisme, pero muy influido por la arquitectura tradicional catalana.
Destaca especialmente Can Capella, en lo alto del acantilado, formada por varios cuerpos y con una característica torreón-mirador. Villa Anita es otra de las casas a mencionar, caracterizada por su decoración de terracota, del año 1930.
La Casa Rosa es una casa de veraneo de planta baja, piso y buhardilla, cubierta con tejado a dos aguas y un gran jardín. Ornamentación a base de molduras planas y ménsulas debajo del balcón, con una composición simétrica y todo ello pintado de blanco. En el jardín se encontraron restos arqueológicos del período ibérico.
En la entrada Cap Roig hay un conjunto de edificaciones a modo de pequeño pueblecito tradicional, construidas a partir de 1927, donde estaban las casitas encaladas de los trabajadores y jardineros y donde también vivieron durante un tiempo los propietarios, hasta que se terminó el castillo. En total hay siete casas, con porches y palomar, la capilla, caballerizas y otras dependencias en torno a una plaza central. Actualmente el acceso es público.