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En el lado del sur de la montaña de Burriac, no muy lejos del castillo, se encuentran los restos del antiguo poblado ibérico de Ilduro que, en la época de máxima prosperidad, ocupaba unas 10 ha. Su poblamiento se remonta a los siglos VII-VI a.C. pero la mayor parte de restos (murallas, torres y un posible edificio público) son de período ibérico (siglos IV-III a.C.). Su máxima expansión se produjo durante la romanización (siglo II a.C.), época a la que pertenecen los restos de habitáculos y la puerta meridional del recinto amurallado. Debió de ser abandonado definitivamente hacia el año 50 a.C. El yacimiento fue descubierto por Lluís Bonet Garí hacia 1917 y desde entonces se han efectuado varias excavaciones.

En la cima de la montaña de Burriac, el castillo que lleva el nombre de Burriac o de San Vicente, fue edificado durante el siglo XI sobre unos antiguos restos romanos. La primera mención documental data de 1017, bajo el dominio señorial de los condes de Barcelona que lo tenían infeudado en los Castellvell. De éstos pasó a los Montcada (1225). Los Sant Vicenç se mantuvieron como propietarios hasta 1352, cuando Berenguer de Sant Vicenç murió arruinado y sin descendencia. El castillo fue adquirido entonces por los Desbosch, siempre bajo dominio real. Luego pasó, por matrimonio, a la familia Ferrer (siglo XV) para devolver de nuevo a los Desbosch al siglo siguiente. En el siglo XVIII el castillo fue abandonado y alcanzó el siglo XX en estado ruinoso. Los restos fueron restaurados en 1994. Se conserva en buen estado la torre de homenaje, construida en el siglo XV en base a una torre medieval preexistente. Hay restos de la capilla de Sant Vicenç y de buena parte de las murallas del siglo XI.