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En el monasterio de San Salvador de Breda hay una lápida sepulcral de alabastro con la escultura, en relieve, de dos figuras, las cuales se creyó equivocadamente que eran las de los fundadores del monasterio, el vizconde Gerard de Cabrera y su esposa Ermesindis. Josep Mª de Solà-Morales puso en claro que las dos figuras mencionadas representaban a Ferran de Joara y a su consorte Timbor de Cabrera, entre otras pruebas, por la identificación del escudo que hay en el laudo sepulcral de Breda, en el que están representadas, en la primera cartela, las armas de Joara, lugar de la provincia de León; y, en la segunda, las armas de Cabrera, siguiendo la normativa heráldica de asignar la primera cartela al hombre y, la segunda, a la mujer. Por otra parte, la tipología del esculpido patente que data del siglo XVI. Un documento de 1520 confirmó, más tarde, la identificación. Aunque se desconoce el grado de parentesco entre Timbor de Cabrera y Ana I de Cabrera, por el simple hecho de ser la primera enterrada en el monasterio de San Salvador de Breda, panteón de la casa vizcondal de Cabrera.
El Palacio del Abad es un conjunto de edificios construidos en época del abad Miquel Sampsó (1461-1507). El patio de la abadía, restaurado en 1980, es uno de los rincones más emblemáticos de la villa. Se accede por una vuelta de medio punto desde la calle del Prat. Encima del portal está el escudo del abad Sampsó, que también se puede ver sobre la puerta de la planta noble, donde se encuentra la fecha de 1478. Las fachadas que dan al patio muestran elementos góticos de gran interés, como las ventanas conopiales o coronillas, el balcón con barandilla de madera o el pozo. Restaurado por Josep Manuel Infiesta Monterde.