Te recomendamos MasterGuest.es si buscas anfitriones airbnb en Salt.
• Consulta los planes y tarifas >>
• Teléfono: 621 32 53 38
El río Ter ha modelado el paisaje de Salt y ha definido los usos del territorio desde la antiguedad y hasta la actualidad. Su huella es visible en el casco urbano, desde la disposición de los barrios y las vías de comunicación a las piedras que forman las casas del Barri Vell y el Veïnat, pero la mejor manera de descubrirla es visitando el Parque de las Deveses de Salt.
El río Ter representa en Salt la naturaleza en todo su esplendor. Hay varias áreas acondicionadas para los visitantes donde te podrás reponer o hacer un picnic en el Pla dels Socs. Además, numerosos paneles correspondientes a varias rutas te explican los valores del Parque mientras paseas un rato o dedicas el día a realizar una caminata.
El Parque de las Deveses de Salt tiene una superficie de 310 ha. y cierran el municipio de Salt, por el norte, siguiendo el trazado del río Ter. Debido al protagonismo tan acentuado que tiene el río, la biodiversidad presente en estos espacios es muy elevada, a pesar de la frecuentación humana. Es un lugar de gran interés, pero muy sensible, que actualmente goza de la protección que ofrece el reconocimiento como Red Natura 2000.
Salt es uno de los municipios por donde pasa el camino de Sant Jaume.
La Ruta del Ter es un itinerario que sigue el curso del río Ter desde donde nace hasta donde desemboca y es un placer disfrutar del río al paso por Salt y sus dehesas.
La mayoría del Parque de las Deveses forma parte de una protección otorgada por la Unión Europea, que se debe a la presencia de muchos animales y plantas amenazados en el conjunto de Europa. Sin embargo, verás que en el pasado la zona no siempre había sido así, incluso se había degradado mucho y fueron los propios vecinos quienes, con el nombre de Amics de les Deveses, la empezaron a recuperar.
El espacio natural es un mosaico ligado por antiguos cursos del Ter, que forman una red de bosques de ribera con balsas y humedales intercalados. Entre estos brazos abandonados del río crecen prados secos sobre antiguas islas muy arenosas. El contraste entre humedales y espacios muy secos tiene como resultado una diversidad muy grande, con más de 1.000 especies de seres vivos detectadas en el Parque.
Salzedas, vernedas, alamedas, fresnedas y bosque mixto de llanura constituyen las formaciones forestales, que acogen especies amantes de la humedad. Los humedales acogen una gran variedad de plantas acuáticas En cambio en los prados secos, formados por fenassares, listonares y prados de hierba crecen orquídeas y otras hierbas muy variadas que constituyen uno de los ambientes más singulares del Parque.