Brescia, fundada por los celtas cenomanos con el nombre de Brixia, fue conquistada por los romanos en el año 225 a. C. Saqueada por Atila (452), se convirtió después (siglos VI-VIII) en la sede de un ducado lombardo.
Ciudad libre del siglo XI al XIII, luchó contra las pretensiones de los emperadores alemanes. A principios del siglos XIV estuvo dominada por los Scala, los Malatesta y los Visconti; estos últimos la cedieron a Venecia (1426), que la poseyó hasta 1797. Durante todo el período de dominio veneciano fue una de las ciudades más ricas y más prósperas de la Lombardía. Conquistada por los franceses (1797), forma parte de la República Cisalpina hasta 1815, que, junto con el resto de la Lombardía, fue cedida a Austria, como parte del reino lombardoveneciano. En 1848 se sublevó contra los austríacos, pero al año siguiente tropas del general Haynau reprimieron severamente la insurrección. Brescia fue sometida de nuevo al dominio austríaco hasta 1860, que pasó a formar parte del reino de Italia.