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La Torre d’en Gorgs es una masía fortificada que tiene una torre de vigía antigua, aunque muy modificada en época moderna. Es el edificio más antiguo del pueblo, documentado desde el siglo X. Desde mediados del siglo XVIII hasta el último tercio del siglo XIX fue habitada por los marqueses de Llió. La vivienda principal consta de dos alas adosadas a ambos lados de la torre, una medieval y otra más moderna. Conserva un portal adovelado y una ventana coronela de tradición gótica. La masía ha dado nombre a todo un barrio, el barrio de Can Gorgs. Ha sido restaurada y actualmente es propiedad municipal.
Hacia el año 1000, la comarca del Vallès entraba en un período de renovación social. Se construyeron iglesias pagadas por los mismos fieles y, a veces, construidas por ellos mismos. La señoría de Barberà fue elegida como sede de una iglesia parroquial. La cabecera parece que se levantó entre 1050 y 1090 (la primera cita aparece en 1123). Sin embargo, la nave principal es del siglo XII, y se dice que fue consagrada por el obispo Sant Oleguer. Consta como parroquia desde 1143, cuando fue dada a la orden del Temple (escritura de Ramon Berenguer IV). El templo tiene una concepción sencilla, se combinan elementos muy simples: fajas y arcuaciones, cornisa y zócalo, dientes de sierra y en general una textura y unos colores de los muros muy contrastados. El constructor jugó con piedras de tres tonos de color diferenciados y tamaños parecidos. La combinación es, a su vez, austera y elegante. En su interior hay pocas decoraciones, buscando líneas y planos que ofrecen un ambiente austero y de discreción generales. El conjunto ofrece una sensación de amplitud muy superior a la real. Con el incendio y saqueo del 21 de julio de 1936, se perdió parte de las pinturas murales, archivos y objetos ornamentales y de culto, algunos valiosos. En 1949 se eliminaron las arquitecturas no originales añadidas, capillas del siglo XIV y restos de la casa parroquial. Finalmente, en 1966 se hizo una nueva restauración.