En la red hidrográfica de Brasil se pueden distinguir tres cuencas: la del Atlántico, la del Amazonas (que se puede incluir en la cuenca del Atlántico, pero que por sus características tiene una entidad propia) y la del Río de la Plata.
Entre los ríos que desembocan en el Atlántico los más importantes son el Tocantins, Gurupi, Itapecuru, Parnaíba, Jaguaribe, San Francisco, Itapicuru, Pardo, Jequitinhonha, Doce, Paraíba do Sul, Ribeira, Itajaí y la red de los ríos Vacacaí, Jacuí y Taquari, que en su desembocadura forman el río Guaíba, el cual desemboca a la Lagõa dos Patos.
Entre los ríos que aportan sus aguas a la cuenca del Río de la Plata cabe señalar el Paraná con sus afluentes, los afluentes del río Paraguay, y el río Uruguay y sus tributarios. Prácticamente la totalidad de los ríos de Brasil nacen en el escudo brasileño. De régimen pluvial, solo los de la región del noreste son muy afectados por los períodos de sequía. Debido a los obstáculos que deben salvar, por la estructura del relieve, los ríos brasileños solo son aprovechables para la navegación en tramos cortos.