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Lliçà d’Amunt es un pueblo extenso, de cerca de 22 kilómetros cuadrados, formado por un centro urbano y barrios dispersos por el territorio, con tipología de casas unifamiliares.

Entre los valles de Caldes y del Tenes, en el oasis natural que es el pequeño valle agrícola de Palaudàries, protegido por el bosque al norte y asediado por las grandes urbanizaciones que lo rodean, se encuentra el conjunto monumental de Sant Esteve de Palaudàries, iglesia ya mencionada en 904 como Palatio Arias. Tiene un gran campanario y la única torre-comunidor (lugar desde donde el párroco bendecía las cosechas y conjuraba las tormentas) del valle del Tenes.

Parece que el nombre del pueblo derivaría del nombre patricio romano Lucius. En 989 aparece mencionado como Liciano. En 1174, como Liziano Superiori. En 1359, como San Julia de Lisa sobera.

Lliçà d’Amunt fue escrito antiguamente como Lliçà Sobirà, mientras que Lliçà de Vall fue Licano Subteriore y Liçà Jusà.

El término de Lliçà d’Amunt, integrado por las dos antiguas parroquias de Sant Julià y Sant Esteve de Palaudàries, desde sus orígenes conocidos formaba parte del término o dominio de Montbui, originalmente un alodio condal cedido en feudo a Gombau de Besora hacia el 995. Ambas parroquias son mencionadas nominalmente en 1059 cuando los condes Ramon Berenguer I y Almodis hicieron las paces con Mir Geribert y le cedieron el feudo de Montbui que él reclamaba como parte de la herencia de su esposa Guisla de Besora, hija de Gombau. Estas parroquias no se separaron nunca más del término.

Esto parece confirmar la idea de que se distingue el pueblo de aguas arriba del río del de aguas abajo, más que el pueblo situado en lo alto del monte del pueblo situado en el valle.