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Manresa tiene un patrimonio cultural antiguo, diverso y relevante: las murallas y las iglesias medievales, los edificios barrocos y las fábricas y casas de estilo modernista, las esculturas, las fachadas de las calles y las plazas del centro histórico, etc. Todos estos elementos hacen de Manresa una ciudad singular, atractiva y con un gran carácter.
La ciudad nació a partir del recinto amurallado y primitivo del Puigcardener. Desde el siglo X hasta el XV vivió una actividad económica tan grande que hizo expandir su territorio fuera de las murallas y ampliar en dos ocasiones sus muros entre los siglos XII y XIV. Éste es el llamado Siglo de Oro Manresano, durante el cual se construyeron grandes obras, como la Seu, una de las iglesias góticas más relevantes de Cataluña, o la Acequia de Manresa, una maravilla de la ingeniería medieval todavía en funcionamiento.
Otros episodios históricos han tenido lugar en Manresa, como la estancia de Ignacio de Loyola a su paso hacia Tierra Santa, con la que existen diversos elementos patrimoniales relacionados como La Cueva, la Capilla del Rapto o el Pozo de la Gallina, la Guerra de Sucesión o la rebelión contra el ejército Napoleónico en 1808, hechos en los que Manresa tuvo un papel relevante aunque sufrió severas consecuencias.
También representan conjuntos de gran relevancia los elementos vinculados al patrimonio industrial y las edificaciones de estilo modernista, testigos de una etapa floreciente de Manresa, cuando la ciudad se convirtió en uno de los principales núcleos industriales del país.
Esta evolución histórica ha dejado trazas bien visibles en la ciudad actual que configuran el patrimonio arquitectónico, arqueológico y paisajístico. Pero al mismo tiempo, y no sin menos valor, hay un valioso patrimonio mobiliario y documental, que se estudia y conserva en los archivos y museos.
Manresa cuenta también con un rico patrimonio inmaterial que incluye todas aquellas manifestaciones festivas, musicales, tradicionales y populares que son propias de la comunidad y que se preservan gracias a la actividad de numerosas entidades e instituciones que las mantienen vivas y bien activas. Todo este conjunto se convierte en un patrimonio colectivo que constituye un verdadero valor añadido por la comunidad y un importante atractivo turístico. Un patrimonio a estudiar y conservar para transmitirlo a las generaciones futuras en las mejores condiciones. Manresa cuenta con programas de investigación, protección y difusión del patrimonio y con numerosas instituciones preparadas para desarrollar esta labor de investigación, recuperación y conservación del patrimonio histórico y cultural de la ciudad.