Las polillas son insectos que pertenecen al orden de los lepidópteros. Son los primos menos coloridos de las mariposas. Hay más de 150.000 especies de polillas que se pueden encontrar en todo el mundo. Las polillas habitan en bosques, campos, prados, campos agrícolas y asentamientos humanos. En la mayor parte del mundo, las polillas se clasifican como plagas porque destruyen tipos de frutas y cultivos comercialmente importantes.
Las polillas pueden ser pequeñas como la cabeza de un alfiler o grandes como la mano de un hombre adulto.
Las polillas están activas durante la noche y sus cuerpos suelen ser de color oscuro (se confunden con la oscuridad de la noche).
Las polillas tienen antenas similares a plumas o filamentos en la cabeza. Las antenas están equipadas con receptores de olores que facilitan la búsqueda de comida y parejas. Las polillas pueden detectar hembras que se encuentran a 11 kilómetros de distancia gracias a su excepcional sentido del olfato.
Las polillas tienen una lengua larga y enroscada diseñada para una dieta basada en néctar, frutas y bayas.
Las polillas son importantes polinizadores de varias especies de plantas. Las flores blancas y fragantes que se abren durante la noche atraen a las polillas con su color y olor.
Las polillas tienen pequeños pelos y escamas en sus alas. Aseguran la temperatura adecuada del cuerpo durante el vuelo. Las hembras de algunas especies no tienen alas.
Las polillas usan la luna, las estrellas y el campo geomagnético para orientarse durante el vuelo.
Las polillas son una importante fuente de alimento para aves, mamíferos, anfibios, reptiles y numerosos invertebrados. Incluso las personas en algunas partes del mundo consumen polillas como fuente valiosa de proteínas y minerales.
Las polillas usan varias estrategias para distraer a los depredadores. Su cuerpo puede parecerse al cuerpo de avispones, avispas, mantis religiosas y tarántulas o incluso parecerse a excrementos de pájaros.