Las hienas tienen una mandíbula muy fuerte y sus dientes están diseñados para triturar huesos. Sus dientes son largos y afilados y están dispuestos de manera que pueden triturar huesos fácilmente. Las hienas tienen cuatro dientes caninos muy largos y afilados en la mandíbula superior y otros cuatro en la mandíbula inferior. Estos dientes son más largos y afilados que los de cualquier otro miembro de la familia de los felinos y se utilizan para cortar la carne y romper huesos.
Además de los dientes caninos, las hienas tienen una serie de dientes molares en ambas mandíbulas. Estos dientes son más grandes y más anchos que los dientes caninos y se utilizan para triturar la carne y el hueso. La mandíbula de la hiena es muy fuerte y sus dientes están diseñados para soportar el esfuerzo de triturar huesos duros.
En general, las hienas tienen una dentición muy poderosa y son capaces de triturar huesos de animales muertos con facilidad. Aunque se les considera depredadores, también son conocidas por ser carroñeras y se alimentan de carroña y huesos que han sido abandonados por otros animales.