Los dientes del puercoespín son muy diferentes de los de los humanos y otros mamíferos. En lugar de tener dientes individuales, los puercoespines tienen una serie de placas óseas llamadas lajas dentales que se encuentran en la mandíbula inferior. Estas lajas se renuevan constantemente a medida que se desgastan y se reemplazan. Los puercoespines tienen entre 20 y 30 lajas dentales, y cada una de ellas está cubierta de puntas afiladas que se usan para triturar y masticar alimentos.
Aunque los puercoespines son principalmente herbívoros, también pueden incluir pequeñas cantidades de proteína en su dieta. Para tratar estos alimentos más duros, los puercoespines tienen dientes más afilados en la mandíbula superior, que se utilizan para cortar y desgarrar la comida.
En general, los dientes del puercoespín están adaptados para ayudar a estos animales a procesar y digerir su dieta principalmente vegetal. Sin embargo, también son muy útiles para defenderse de depredadores y otros peligros. Gracias a sus lajas dentales y dientes afilados, los puercoespines son capaces de morder y arañar con fuerza para protegerse a sí mismos y a sus crías.