Las ardillas duermen entre 15 y 20 horas al día. Aunque pueden dormir durante cualquier momento del día o de la noche, a menudo duermen durante largos períodos de tiempo durante el día y se mantienen más activas durante la noche. Las ardillas tienen un patrón de sueño ligero y a menudo duermen en una posición de bloqueo, lo que les permite levantarse rápidamente si es necesario. También pueden tumbarse para dormir, especialmente cuando tienen un lugar seguro y cómodo para hacerlo. Las ardillas tienen una gran necesidad de descanso debido a su alta actividad y a la energía que necesitan para buscar y almacenar alimento.