Los agujeros negros son objetos extremadamente densos y masivos en el espacio que tienen una gravedad tan fuerte que nada, ni siquiera la luz, puede escapar de su campo gravitatorio. Su gravedad es tan fuerte debido a su masa extremadamente concentrada en un área muy pequeña.

La fuerza gravitatoria de un cuerpo es proporcional a su masa y a la distancia a la que se encuentra el objeto que experimenta la fuerza. Cuanto más masivo es un objeto y más cerca está otro objeto, más fuerte será la fuerza gravitatoria. En el caso de los agujeros negros, tienen una masa muy grande concentrada en un espacio muy pequeño, lo que significa que tienen una gravedad extremadamente fuerte.

Además, la gravedad de un agujero negro aumenta a medida que te acercas a él. A medida que te acercas a un agujero negro, la gravedad se hace más fuerte y el objeto experimentará una aceleración cada vez mayor hacia el agujero negro. Esto significa que, si intentaras acercarte a un agujero negro, la gravedad te arrastraría cada vez más rápido hacia él y eventualmente te tragaría.

En resumen, la fuerza de un agujero negro es extremadamente fuerte debido a su masa extremadamente concentrada y a la manera en que aumenta la gravedad a medida que te acercas a él. Los agujeros negros son objetos de una gravedad tan fuerte que nada puede escapar de ellos, lo que los hace extremadamente peligrosos.