El Estado de Oaxaca se encuentra en el sur de México y tiene una historia rica y diversa. Su nombre proviene de la palabra náhuatl «Huaxyacac», que significa «en el lugar de los guajes» o «en el lugar de los guajes verdes».
La región de Oaxaca ha sido habitada por pueblos indígenas desde hace miles de años. Los primeros habitantes conocidos fueron los olmecas, seguidos por los zapotecas y los mixtecas. Los zapotecas fueron los que establecieron la ciudad de Monte Albán, que fue un importante centro ceremonial y político en la región.
Cuando los españoles llegaron a México en el siglo 16, encontraron a los zapotecas y mixtecas bien establecidos en la región de Oaxaca. Los españoles fundaron la ciudad de Oaxaca de Juárez en 1529 y comenzaron a colonizar la región. Durante la colonización española, la región de Oaxaca sufrió muchos cambios, incluyendo la introducción de la religión católica y la llegada de africanos como esclavos.
Después de la independencia de México en 1821, Oaxaca se convirtió en un estado de la República Mexicana. Desde entonces, ha tenido un papel importante en la historia de México, con muchos de sus habitantes participando en la Revolución Mexicana y en otros momentos clave de la historia del país.
En la actualidad, Oaxaca es conocido por su rica cultura indígena y su patrimonio arqueológico, así como por su producción de mezcal y por ser un destino turístico popular.