La mortadela es un tipo de embutido que está hecho principalmente de carne de cerdo picada y especias. La duración de la mortadela depende del proceso de elaboración y del método de almacenamiento utilizado. En general, la mortadela puede durar entre unos días y varias semanas si se mantiene en la nevera, y hasta varios meses si se congela.
La mortadela fabricada de manera artesanal o en pequeñas cantidades suele tener una duración más corta que la mortadela industrializada, ya que esta última suele contener conservantes y otros ingredientes que prolongan su vida útil.
Para alargar la duración de la mortadela, es importante seguir las instrucciones de almacenamiento del producto y evitar que entre en contacto con el aire y la luz directa. También es importante mantenerla a una temperatura adecuada y asegurarse de que está sellada correctamente para evitar la contaminación por bacterias. Si la mortadela se ve o huele de manera sospechosa, es mejor desecharla.