Los minerales alocromáticos son aquellos que cambian de color cuando son sometidos a ciertos tratamientos químicos o físicos. Algunos ejemplos de minerales alocromáticos incluyen:
Corindón: es una variedad de alúmina y puede encontrarse en diferentes colores, pero es más conocido por su color rojo.
Esmeralda: es una variedad de berilo y se caracteriza por su color verde intenso.
Amatista: es una variedad de cuarzo y se encuentra en tonos de violeta.
Lapislázuli: es una roca compuesta principalmente de lazurita y pirita y se caracteriza por su color azul intenso.
Opalo: es una variedad de sílices y se puede encontrar en una amplia gama de colores, desde el blanco al negro, pasando por el rosa y el azul.
Calcedonia: es una variedad de cuarzo y se encuentra en tonos de azul, verde y morado.
Topacio: es una variedad de aluminio silicato y se puede encontrar en diferentes colores, pero el más conocido es el amarillo.
Turquesa: es una variedad de fosfato de cobre y aluminio y se caracteriza por su color verde azulado.
Zafiro: es una variedad de corindón y se encuentra en tonos de azul, rojo y amarillo.
Andalucita: es una variedad de aluminio silicato y se caracteriza por su color rojo oscuro.