Los minerales óxidos son aquellos que contienen oxígeno combinado con un metal. Algunos ejemplos comunes de minerales óxidos incluyen el magnetita (Fe3O4), el hematita (Fe2O3) y la corindona (Al2O3).
Los minerales hidróxidos son aquellos que contienen hidrógeno y oxígeno combinados con un metal. Algunos ejemplos comunes de minerales hidróxidos incluyen la goethita (FeOOH) y la limonita (FeOOH·nH2O).
Los minerales óxidos y hidróxidos son comunes en la corteza terrestre y se encuentran en muchos tipos de rocas, como las rocas ígneas, sedimentarias y metamórficas. Se utilizan en una variedad de aplicaciones, como la fabricación de acero, la producción de cemento y la fabricación de abrasivos.