Los minerales metálicos siderúrgicos son aquellos que se utilizan en la industria siderúrgica para producir hierro y acero. Algunos ejemplos comunes incluyen:
Mineral de hierro: es uno de los minerales más importantes para la industria siderúrgica y se encuentra en la naturaleza como óxido, carbonato o sulfuro de hierro.
Manganeso: es un mineral que se utiliza para fortalecer el acero y se encuentra comúnmente en forma de óxido o carbonato de manganeso.
Cobalto: es un mineral que se utiliza para mejorar la dureza y resistencia del acero y se encuentra comúnmente en forma de sulfuro de cobalto.
Níquel: es un mineral que se utiliza para mejorar la resistencia al calor y la corrosión del acero y se encuentra comúnmente en forma de sulfuro de níquel.
Cromo: es un mineral que se utiliza para mejorar la resistencia al desgaste del acero y se encuentra comúnmente en forma de óxido de cromo o cromita.
Cobre: es un mineral que se utiliza para mejorar la conductividad eléctrica y térmica del acero y se encuentra comúnmente en forma de sulfuro de cobre.
Molibdeno: es un mineral que se utiliza para mejorar la resistencia al calor y la deformación del acero y se encuentra comúnmente en forma de sulfuro de molibdeno.
Tungsteno: es un mineral que se utiliza para mejorar la dureza y resistencia al desgaste del acero y se encuentra comúnmente en forma de wolframita, que es una mezcla de sulfuros de hierro y tungsteno.
Titanio: es un mineral que se utiliza para mejorar la resistencia a la corrosión y la fuerza del acero y se encuentra comúnmente en forma de óxido de titanio o titanita.
Vanadio: es un mineral que se utiliza para mejorar la resistencia al calor y la deformación del acero y se encuentra comúnmente en forma de sulfuro de vanadio.