El estilo Barroco es un estilo artístico y arquitectónico que se desarrolló a finales del Renacimiento y principios del siglo XVII en Europa y América Latina. Se caracteriza por la opulencia y el exceso, con un énfasis en la dramatismo y el efecto visual. Las formas son curvas y fluidas, y hay una gran variedad de decoración y adornos.
El neoclásico, por otro lado, es un estilo artístico y arquitectónico que surgió a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, como una reacción contra el exceso del Barroco y el Rococó. Se inspira en la arquitectura y el arte de la antigua Grecia y Roma, y se caracteriza por la simplicidad y la claridad de las formas, así como por la ausencia de adornos innecesarios. La razón y la lógica son importantes en el neoclásico, y se valora la claridad y la precisión en el diseño.