El arte Rococó se caracteriza por su ornamentación excesiva y por su temática amorosa y sensual. En la representación del cuerpo humano, se destaca la delicadeza y la feminidad. Los cuerpos suelen ser esbeltos y gráciles, y se muestran en poses elegantes y refinadas. Las formas suaves y arqueadas son típicas del Rococó, y se reflejan en la forma en que se dibujan las figuras humanas.
En las pinturas Rococó, es común ver a mujeres elegantes y refinadas, con vestidos vaporosos y adornos elaborados. Los hombres también se muestran elegantes, a menudo con ropa de corte ajustado y sombreros de copa. Los rostros suelen ser delicados y expresivos, y se presta especial atención a los detalles como los ojos y los labios.
En resumen, en la representación del cuerpo humano en el arte Rococó se destaca la delicadeza, la feminidad y la elegancia, con un énfasis en la ornamentación y la atención a los detalles.