Hay varios tipos de sal, cada uno con características y usos específicos. Algunos de los tipos más comunes incluyen:
Sal de mesa: es la sal más comúnmente utilizada en la cocina. Se obtiene a partir de la evaporación de agua de mar o de minas subterráneas. Suele ser blanca y finamente molido, y contiene aditivos para evitar que se acumule y para mejorar su apariencia.
Sal kosher: es similar a la sal de mesa, pero es más gruesa y menos procesada. Se utiliza principalmente en la cocina kosher y en la preparación de carnes.
Sal de Himalaya: es una sal rosa que se extrae de minas en la cordillera del Himalaya. Se considera más pura que la sal de mesa y contiene una variedad de minerales y oligoelementos. Se utiliza principalmente como condimento y para la cocción.
Sal de roca: es una sal cristalina que se extrae de minas subterráneas. Tiene un alto contenido de minerales y es utilizada principalmente como condimento y para la cocción.
Sal de Flores: es una sal de color rosa o violeta, con un aroma floral. Es producida en la isla de Bali, Indonesia. Es muy utilizada en la cocina para dar un toque especial a los platillos.
Sal de Maldon: es una sal de alta calidad, con cristales flotantes que se producen en el condado de Essex, en Inglaterra. Es muy utilizada para condimentar y decorar platillos.
Sal negra: es una sal con un color oscuro, producida en la costa de la India. Es rica en minerales y es utilizada en la cocina para añadir sabor y color a los platillos.
Sal de Añana: es una sal procedente de las salinas de Añana, en España. Se obtiene mediante la evaparación natural del agua del mar. Es utilizada en la cocina para condimentar y dar sabor a los platillos.