La reflexión se refiere a la capacidad de pensar críticamente sobre un tema o situación, considerando diferentes perspectivas y analizando los pensamientos y sentimientos relacionados. Es un proceso activo de pensamiento crítico y evaluación que puede ayudar a mejorar el aprendizaje y la toma de decisiones.
La autorreflexión, por otro lado, se refiere a la capacidad de reflexionar sobre uno mismo, es decir, sobre sus propios pensamientos, sentimientos, comportamientos y acciones. La autorreflexión permite a una persona analizar sus propias acciones y comportamientos, y entender cómo estos afectan a su vida y a las personas a su alrededor. A menudo se utiliza como una herramienta para el crecimiento personal y la mejora de las relaciones interpersonales.
En resumen, la reflexión se enfoca en analizar un tema o situación, mientras que la autorreflexión se enfoca en analizar uno mismo y su propia conducta. Ambas son importantes para el desarrollo personal y para tomar decisiones informadas.