Una meseta es una extensión plana y elevada de la superficie terrestre. Puede ser de diversas formas y tamaños, y se caracteriza por tener pendientes suaves en lugar de acantilados o cañones pronunciados. Las mesetas pueden ser resultado de procesos geológicos como la erosión, la actividad volcánica o la elevación tectónica. También pueden ser formadas por acumulaciones de sedimentos o de materiales volcánicos. En algunos casos, las mesetas pueden ser utilizadas para agricultura o ganadería, ya que ofrecen un terreno plano y relativamente estable para la construcción de infraestructura. Algunos ejemplos conocidos de mesetas son la meseta de Anatolia en Turquía, la meseta de Deccan en India y la meseta del Altiplano en Sudamérica.