Las mesetas son áreas de tierra plana y elevada, que se caracterizan por tener pendientes suaves y una altitud moderada. A menudo se forman a partir de rocas antiguas y erosionadas, y pueden estar cubiertas de vegetación o ser áridas y desérticas.
Las llanuras son áreas de tierra plana y baja, que se caracterizan por tener pendientes suaves y una altitud relativamente baja. A menudo se forman en zonas de acumulación de sedimentos, como ríos o lagos, y pueden estar cubiertas de vegetación o ser áridas y desérticas.
Las montañas son áreas de tierra elevada, con pendientes pronunciadas y altitud significativa. Se forman por la actividad tectónica y su altitud y pendiente son más pronunciadas que las mesetas. Pueden estar cubiertas de vegetación y en la cima pueden tener nieve y hielo permanente. Algunas montañas son volcánicas y otras son formadas por la erosión.