Las llanuras y las mesetas suelen predominar en regiones con relieve suave y poco accidentado. Algunos ejemplos de lugares donde se encuentran llanuras y mesetas incluyen la Gran Llano de Norteamérica, la Pampa Argentina, la Meseta Central de España y la Meseta Rusa. Estas áreas suelen tener un clima templado y suelos fértiles, lo que las convierte en zonas ideales para la agricultura. Sin embargo, las llanuras y las mesetas también pueden ser vulnerables a inundaciones y sequías debido a la topografía plana.
En general, las llanuras y las mesetas son áreas con un clima templado y suelos fértiles, lo que las convierte en zonas ideales para la agricultura. A menudo, son utilizadas para cultivar granos, pastos para ganado y frutas y verduras. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, estas áreas también pueden ser vulnerables a inundaciones y sequías debido a la topografía plana. Además, a medida que las poblaciones humanas crecen y se desarrollan, las llanuras y las mesetas a menudo son urbanizadas y convertidas en áreas industriales y residenciales.