El mutualismo es una relación ecológica en la cual dos especies se benefician mutuamente. Algunos ejemplos comunes de mutualismo incluyen:
La relación entre las plantas y las abejas polinizadoras. Las plantas proporcionan néctar y polen como alimento para las abejas, mientras que las abejas ayudan a polinizar las plantas y aumentar su reproducción.
La relación entre las plantas y las lombrices del suelo. Las lombrices del suelo ayudan a mejorar la fertilidad del suelo al reciclar los restos vegetales y al airear el suelo. A su vez, las raíces de las plantas proporcionan alimento para las lombrices.
La relación entre las bacterias simbiontes y los animales. Muchos animales, como los rumiantes, los animales marinos y los humanos, tienen relaciones mutualistas con las bacterias simbiontes que viven en su tracto digestivo. Las bacterias ayudan a digerir la comida y a proporcionar nutrientes esenciales al animal, mientras que el animal proporciona un hogar y alimento para las bacterias.
La relación entre los árboles y las lianas, las cuales compiten por luz solar, pero al mismo tiempo se ayudan entre ellos, ya que las lianas les ayudan a los árboles a mantenerse en pie y a subir a alturas importantes.
En general, el mutualismo es una relación beneficiosa para ambas especies involucradas, ya que les permite aumentar su supervivencia y reproducción.