Un argumento es una presentación lógica de una idea o posición con el objetivo de persuadir a un receptor. Aquí hay algunas características importantes de un argumento efectivo:
Tesis clara: La tesis es la afirmación central que se defiende en el argumento. Debe ser clara y concisa para que el receptor pueda entender la posición que se está defendiendo.
Evidencia: Un argumento efectivo debe apoyarse en evidencias sólidas y relevantes. Estas pueden ser datos, estadísticas, expertos, analogías, entre otros.
Lógica: La lógica es la estructura de la argumentación. Debe ser coherente y seguir un orden lógico para que el receptor pueda seguir la línea de pensamiento y llegar a la misma conclusión que el argumentador.
Refutación: Un argumento sólido debe considerar y refutar posibles objeciones o argumentos contrarios. Esto demuestra que el argumentador ha considerado todas las perspectivas y que su posición es más fuerte.
Conclusión: La conclusión debe ser una respuesta clara y concisa a la tesis. Debe seguir de manera lógica de los puntos anteriores y resumir la posición defendida.
En resumen, un argumento efectivo debe tener una tesis clara, estar respaldado por evidencias sólidas, tener una lógica coherente, considerar y refutar objeciones y tener una conclusión clara y concisa. Al tener en cuenta estas características, se puede crear un argumento persuasivo y convincente.