Las fuentes reales son aquellas que se basan en la experiencia directa, como los testimonios de testigos o los documentos originales. Por ejemplo, un diario escrito por un soldado durante una guerra es una fuente real.

Las fuentes históricas, por otro lado, son aquellas que se basan en la interpretación de las fuentes reales. Por ejemplo, un libro de historia que relata los acontecimientos de una guerra se basa en varias fuentes reales, como diarios de soldados, registros militares y relatos de testigos, pero también incluye la interpretación del autor sobre esos acontecimientos.

Es importante tener en cuenta que las fuentes históricas pueden ser subjetivas y estar influenciadas por la perspectiva del autor. Por lo tanto, es importante evaluar la fiabilidad y la objetividad de las fuentes históricas al utilizarlas en la investigación.