La arquitectura de Mesopotamia se caracterizó por la construcción de grandes y elaboradas estructuras de adobe y ladrillos, utilizando técnicas de albañilería y arquitectura en arco. Uno de los rasgos más distintivos de la arquitectura mesopotámica es la construcción de zigurats, un tipo de pirámide escalonada utilizada como lugar de culto o residencia de los gobernantes.
Otra característica importante de la arquitectura mesopotámica es la planificación de las ciudades. Se construyeron calles rectas y edificios regulares, con casas y templos dispuestos en bloques regulares. Los templos eran a menudo los edificios más grandes y elaborados de las ciudades, con grandes salas y patios interiores.
La arquitectura de Mesopotamia también incluía la construcción de palacios, fortificaciones y murallas, así como sistemas de alcantarillado y canales de riego. Los arquitectos mesopotámicos también desarrollaron técnicas avanzadas de arquitectura en arco y bóvedas, que se utilizaron en la construcción de edificios y templos.
En resumen, la arquitectura de Mesopotamia se caracterizó por la construcción de grandes y elaboradas estructuras de adobe y ladrillos, utilizando técnicas avanzadas de arquitectura en arco y bóvedas, así como por la planificación de las ciudades con calles rectas y edificios regulares.